La Ley de Segunda Oportunidad, está pensada para ayudar a particulares y autónomos a conseguir la exoneración de sus deudas, algo que hasta ahora estaba reservado solo a empresas a nivel legal.

Con la aplicación de la ley de la segunda oportunidad para particulares, todos aquellos que hayan fracasado en sus finanzas, debido a un sobreendeudamiento por la crisis financiera de nuestro país, debido a avales personales frente a entidades bancarias por deudas personales (compra de una vivienda, ayudas a familiares, etc.) , o bien por deudas empresariales para financiar su negocio, pueden conseguir el perdón de sus deudas (las que legalmente puedan perdonarse), mediante el cumplimiento de unos requisitos que podemos afirmar que son muy fáciles de cumplir.

Para acogerse a la ley de la segunda oportunidad para particulares es requisito imprescindible que se cedan los bienes de su propiedad a disposición de sus acreedores, con excepción de los bienes necesarios para continuar los negocios como autónomos, que se proponga un plan de pagos a estos acreedores, y por tanto se debe preparar un plan de viabilidad durante los próximos años que estarán sometidos a la “vigilancia” de los acreedores, por si mejoran su situación económica.

Si el juez considera que el particular deudor no tiene patrimonio ni ingresos habituales para acabar con sus deudas – y siempre que haya actuado de buena fe -, puede exonerarle de sus deudas.